DEBATES DE HACE 70 AÑOS: LIBERALISMO vs SOCIALISMO

Posted on 2013/02/15. Filed under: Información propia | Etiquetas: , , , , , , , , , , , , , , , , , , |


No sé si a vosotros os pasa. Cuanto más leo más decepcionado me encuentro.

Me explico.

Lo que yo creía, fatuo de mi, que eran debates intelectuales de actualidad con mis amigos acabo de descubrir que no son más que reproducciones de debates teóricos que han ocurrido hace muchísimo tiempo.

Somos meros altavoces de ideas de hace muchos años, de gente que planteó, discurrió y dio respuesta a «sus» problemas contemporáneos; que tuvieron como dificultad añadida que no conocían los resultados de esas posiciones ideológicas y que en cambio supieron desenmascararlas y acertar de pleno con la hipótesis correctas.

Y en cambio, a pesar de las evidencias, una y otra vez volvemos a las mismas discusiones.

Hoy, simplemente, voy a reproducir partes del libro «Camino de servidumbre» del premio Nobel Friedrich Hayek, que dedicó «A los socialistas de todos los partidos» en 1944. Y lo voy a hacer de manera que aclare algunos de los planteamientos que constantemente se defienden en mi facebook.

Los textos escritos por Hayek nos van a definir las diferencias terminológicas que hay entre la posición liberal y la socialdemócrata aun usando iguales términos lingüísticos, y que constantemente nos llevan a confusiones y discusiones, creo yo, inútiles.

  1. LIBERALISMO vs SOCIALISMO
  2. SOCIEDAD INDIVIDUAL vs SOCIEDAD SOCIAL
  3. INDIVIDUALISMO vs ALTRUISMO
  4. LIBERTAD LIBERAL vs LIBERTAD SOCIALISTA
  5. IGUALDAD LIBERAL vs IGUALDAD SOCIALISTA
  6. LAISSEZ FAIRE vs PLANIFICACIÓN
  7. COMPETENCIA

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1.- LIBERALISMO vs SOCIALISMO

«La transformación gradual de un sistema organizado rígidamente en jerarquías en otro donde los hombres pudieron, al menos, intentar la forja de su propia vida, donde el hombre ganó la oportunidad de conocer y elegir entre diferentes formas de vida, está asociada estrechamente con el desarrollo del comercio.»

Pasamos de una Sociedad Feudal, donde la responsabilidad sobre nuestra vida y la capacidad de decisión era función de un ser «superior», a una sociedad liberal en la que todas las decisiones eran individuales pero también sus consecuencias.

«Pudiera incluso decirse que el éxito real del liberalismo fue la causa de su decadencia.

Por razón del éxito ya logrado, el hombre se hizo cada vez más reacio a tolerar los males subsistentes, que ahora se le aparecían, a la vez, como insoportables e innecesarios. A causa de la creciente impaciencia ante el lento avance de la política liberal, la justa irritación contra los que usaban la fraseología liberal en defensa de privilegios antisociales y la ambición sin límites aparentemente justificada por las mejoras materiales logradas hasta entonces, sucedió que, al caer el siglo, la creencia en los principios básicos del liberalismo se debilitó más y más.

Lo logrado vino a considerarse como una posición segura e imperecedera, adquirida de una vez para siempre.

La atención de la gente se fijó sobre las nuevas demandas, la rápida satisfacción de las cuales parecía dificultada por la adhesión a los viejos principios (liberales).

Se aceptó cada vez más que no podía esperarse un nuevo avance sobre las viejas líneas dentro de la estructura general que hizo posible el anterior progreso, sino mediante una nueva y completa modelación de la sociedad. No era ya cuestión de ampliar o mejorar el mecanismo existente, sino de raerlo por completo. Y como la esperanza de la nueva generación vino a centrarse sobre algo completamente nuevo, declinó rápidamente el interés por el funcionamiento de la sociedad existente y la comprensión de su mecanismo; y al declinar el conocimiento sobre el modo de operar el sistema libre, decreció también nuestro saber acerca de qué es lo que de su existencia depende.»

Pretendimos volver al pasado sumiso, donde nuestra responsabilidad fuera limitada por la decisión de los «dirigentes», con las ventajas de lo ya obtenido y aparentemente imperecedera, que era consecuencia de una actitud responsable completamente contraria a la propuesta ¿Quién no está a favor de ello?

«Mr. Hilaire Belloch expuso que «el efecto de la doctrina socialista sobre la sociedad capitalista consiste en producir una tercera cosa diferente de cualquiera de sus dos progenitores: el Estado de siervos»

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2.- SOCIEDAD INDIVIDUAL vs SOCIEDAD SOCIAL

La sociedad es un conjunto de individuos.

Que un grupo de individuos se unan para solucionar un problema y que el Estado solucione el problema no necesariamente garantiza un bien para todos y cada uno de los individuos, es decir, para el conjunto de la sociedad: un bien social.

En cambio, el bien social es uno de los objetivos máximos del Socialismo.

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3.- INDIVIDUALISMO vs ALTRUISMO

«Individualismo es hoy una palabra mal vista, y ha llegado a asociarse con egotismo y egoísmo.

Pero el individualismo del que hablamos, contrariamente al socialismo y las demás formas de colectivismo, no está en conexión necesaria con ellos.

Ahora bien, los rasgos esenciales de aquel individualismo que, con elementos aportados por el cristianismo y la filosofía de la Antigüedad clásica, se logró plenamente por vez primera durante el Renacimiento y ha crecido y se ha extendido después en lo que conocemos como civilización occidental europea, son:

  • el respeto por el hombre individual qua hombre, es decir, el reconocimiento de sus propias opiniones y gustos como supremos en su propia esfera, por mucho que se estreche ésta,
  • y la creencia en que es deseable que los hombres puedan desarrollar sus propias dotes e inclinaciones individuales.»

Opuesto a este término el socialismo aporta el Altruismo.

«La ética del altruismo ha creado como respuesta la imagen del bruto para lograr que los seres humanos acepten dos dogmas inhumanos:

  • a) que ocuparse del interés personal es malo, sea cual fuere tal interés,
  • y b) que las actividades de ese bruto son, de hecho, de interés personal (al cual debe el hombre renunciar, como le ordena el altruismo, en favor de su vecino).

Existen dos cuestiones de moral que el altruismo reúne en un solo «paquete»:

  • 1) ¿Qué son los valores?
  • 2) ¿Quién debe ser el beneficiario de los valores?

El altruismo reemplaza a la primera por la segunda: elude la tarea de definir un código de valores morales y deja así al ser humano, de hecho, sin guía moral.

El altruismo declara que toda acción realizada en beneficio de los demás es buena y toda acción realizada en beneficio propio es mala. Así resulta que el beneficiario de una acción es el único criterio de comparación del valor moral de ésta, y mientras el beneficiario sea cualquiera salvo uno mismo, todo está permitido.»  («La virtud del egoísmo», Ayn Rand)

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4.- LIBERTAD LIBERAL vs LIBERTAD SOCIALISTA

«El sutil cambio de significado a que fue sometida la palabra libertad para que esta argumentación se recibiese con aplauso es importante.

Para los grandes apóstoles de la libertad política la palabra había significado libertad frente a la coerción, libertad frente al poder arbitrario de otros hombres, supresión de los lazos que impiden al individuo toda elección y le obligan a obedecer las órdenes de un superior a quien está sujeto.

La nueva libertad prometida era, en cambio, libertad frente a la indigencia, supresión del apremio de las circunstancias, que, inevitablemente, nos limitan a todos el campo de elección, aunque a algunos mucho más que a otros. Antes de que el hombre pudiera ser verdaderamente libre había que destruir «el despotismo de la indigencia física», había que abolirlas «trabas del sistema económico».»

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5.- IGUALDAD LIBERAL vs IGUALDAD SOCIALISTA

«De Tocqueville dijo que la democracia, como institución esencialmente individualista que es, estaba en conflicto  irreconciliable con el socialismo.

La democracia extiende la esfera de la libertad individual (decía en 1848); el socialismo la restringe.

La democracia atribuye todo valor posible al individuo; el socialismo hace de cada hombre un simple agente, un simple número. La democracia y el socialismo sólo tienen en común una palabra: igualdad.

Pero adviértase la  diferencia: mientras la democracia aspira a la igualdad en la libertad, el socialismo aspira a la igualdad en la coerción y la servidumbre

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6.- LAISSEZ FAIRE vs PLANIFICACIÓN

«Las dificultades ocasionadas por las ambigüedades de los términos políticos corrientes no se eliminan, sin embargo, si utilizamos el término colectivismo de modo que incluya todos los tipos de «economía planificada», cualquiera que sea la finalidad de la planificación.

El significado de este término gana cierta precisión si hacemos constar que para nosotros designa aquella clase de planificación que es necesaria para realizar cualquier ideal distributivo determinado»

«La «planificación» debe en gran parte su popularidad al hecho de desear todo el mundo, por supuesto, que tratemos nuestros problemas comunes tan racionalmente como sea posible y que al hacerlo así obremos con toda la previsión que se nos alcance.

De acuerdo con los modernos planificadores, y para sus fines, no basta llamar así a la más permanente y racional estructura, dentro de la cual las diferentes personas conducirían las diversas actividades de acuerdo con sus planes individuales.

Lo que nuestros planificadores demandan es la dirección centralizada de toda la actividad económica según un plan único que determine la «dirección explícita» de los recursos de la sociedad para servir a particulares fines por una vía determinada

La cuestión está en si es mejor para este propósito que el portador del poder coercitivo se limite en general a crear las condiciones bajo las cuales el conocimiento y la iniciativa de los individuos encuentren el mejor campo para que ellos puedan componer de la manera más afortunada sus planes, o si una utilización racional de nuestros recursos requiere la dirección y organización centralizada de todas nuestras actividades, de acuerdo con algún «modelo» construido expresamente

Es importante no confundir la oposición contra la planificación de esta clase con una dogmática actitud de laissez faire.  La argumentación liberal defiende el mejor uso posible de las fuerzas de la competencia como medio para coordinar los esfuerzos humanos, pero no es una argumentación en favor de dejar las cosas tal como están.

No niega, antes bien, afirma que, si la competencia ha de actuar con ventaja, requiere una estructura legal cuidadosamente pensada, y que ni las reglas jurídicas del pasado ni las actuales están libres de graves defectos. Tampoco niega que donde es imposible crear las condiciones necesarias para hacer eficaz la competencia tenemos que acudir a otros métodos en la guía de la actividad económica.

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7.- COMPETENCIA

Un ejemplo de lo dicho es la regulación de la competencia.

No son necesariamente malas ni estamos en contra de «las medidas simplemente restrictivas de los métodos de producción admitidos, en tanto que estas restricciones afecten igualmente a todos los productores potenciales y no se utilicen como una forma indirecta de intervenir los precios y las cantidades (sino como manera de evitar el fraude y el abuso). Aunque todas estas intervenciones sobre los métodos o la producción imponen sobrecostes, es decir, obligan a emplear más recursos para obtener una determinada producción, pueden merecer la pena

Es lamentable, aunque no difícil de explicar, que se haya prestado en el pasado mucha menos atención a las exigencias positivas para una actuación eficaz del sistema de la competencia que a estos puntos negativos. El funcionamiento de la competencia no sólo exige una adecuada organización de ciertas instituciones como el dinero, los mercados y los canales de información -algunas de las cuales nunca pueden ser provistas adecuadamente por la empresa privada-, sino que depende, sobre todo, de la existencia de un sistema legal apropiado, de un sistema legal dirigido, a la vez, a preservar la competencia y a lograr que ésta opere de la manera más beneficiosa posible.

Hay, por último, ámbitos donde, evidentemente, las disposiciones legales no pueden crear la principal condición en que descansa la utilidad del sistema de la competencia y de la propiedad privada: que consiste en que el propietario se beneficie de todos los servicios útiles rendidos por su propiedad y sufra todos los perjuicios que de su uso resulten a otros

Sólo el requisito más esencial para su buen funcionamiento, la prevención del fraude y el abuso (incluida en éste la explotación de la ignorancia), proporciona un gran objetivo -nunca, sin embargo, plenamente realizado- para la actividad legisladora.

(En cambio), el moderno movimiento en favor de la planificación es un movimiento contra la competencia como tal.

Lo que en realidad une a los socialistas de la izquierda y la derecha es esta común hostilidad a la competencia y su común deseo de reemplazarla por una economía dirigida.

Al destruir la competencia en una industria tras otra, esta política pone al consumidor a merced de la acción monopolista conjunta de los capitalistas y los trabajadores de las industrias mejor organizadas»

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¿ESTAREMOS EQUIVOCADOS?

«Cuando el curso de la civilización toma un giro insospechado, cuando, en lugar del progreso continuo que esperábamos, nos vemos amenazados por males que asociábamos con las pasadas edades de barbarie, culpamos, naturalmente, a cualquiera menos a nosotros mismos.

¿No hemos trabajado todos de acuerdo con nuestras mejores luces y «no han trabajado incesantemente muchas de nuestras finas inteligencias para hacer de éste un mundo mejor? ¿No se han dirigido todos nuestros esfuerzos y esperanzas hacia una mayor libertad, justicia y prosperidad?

Si el resultado es tan diferente de nuestros propósitos, si en lugar de disfrutar libertad y prosperidad nos enfrentamos con esclavitud y miseria, ¿no es evidente que unas fuerzas siniestras deben haber frustrado nuestras intenciones, que somos las víctimas de alguna potencia maligna, la cual ha de ser vencida antes de reanudar el camino hacia cosas mejores?

Por mucho que podamos disentir cuando señalamos el culpable, séalo el inicuo capitalismo o el espíritu malvado de un particular país, la estupidez de nuestros antepasados o un sistema social no derrumbado por completo, aunque venimos luchando contra él durante medio siglo, todos estamos, o por lo menos lo estábamos hasta hace poco, ciertos de una cosa: que las ideas directoras (socialistas) que durante la última generación han ganado a la mayor parte de las gentes de buena voluntad y han determinado los mayores cambios en nuestra vida social no pueden ser falsas.

Estamos dispuestos a aceptar cualquier explicación de la presente crisis de nuestra civilización, excepto una: que el actual estado del mundo pueda proceder de nuestro propio error y que el intento de alcanzar algunos de nuestros más caros ideales haya, al parecer, producido resultados que difieren por completo de los esperados

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Flxaryaman.

Para quien se anime y quiera leer el libro «Camino de servidumbre» de Friedrich Hayek lo encontrará en el siguiente link

Para quien se anime y quiera leer el libro «La Virtud del Egoísmo» de Ayn Rand, también referenciado en el artículo, lo encontrará en el siguiente link

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